Actitudes que devolverán el bienestar emocional a las empresas.
Índice de contenidos
Consejos de la psicología positiva para una nueva normalidad saludable.
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¿Qué es la psicología positiva?
La Psicología Positiva es una corriente científica creada por Martin Seligman, director del departamento de Psicología de la Universidad de Pensilvania.
En su libro “La auténtica felicidad” la describe así:
En lugar de centrarse, como la psicología tradicional, en el estudio y tratamiento de la enfermedad mental, la Psicología Positiva se centra en las fortalezas humanas, las que nos permiten aprender, disfrutar, ser alegres, generosos, serenos, solidarios y optimistas. Seligman sostiene que la auténtica felicidad no solo es posible, sino que, lejos de depender de la suerte y de los genes, puede cultivarse identificando y utilizando muchas de las fortalezas y rasgos que ya se poseen. Al identificar lo mejor de nosotros mismos y desarrollar esos aspectos, podemos mejorar sensiblemente nuestra vida y la de cuantos nos rodean.
Por tanto no deja que la persona se estanque a causa de circunstancias pasajeras que les toca vivir, ni por sus tendencias de personalidad derivadas de la herencia genética, sino que se enfoca en las posibilidades que emergen en todo ser humano de optimizar sus recursos para vivir en plenitud.
En los tiempos de pandemia que estamos viviendo, se están produciendo cambios radicales en el ámbito laboral. Aún estamos pendientes de descubrir qué sectores están resurgiendo y caminando al alza, y cuáles a la baja, pero lo que sí está claro es que el desgaste emocional que ha sufrido la población a causa del estrés y sufrimiento generado por el Covid-19 necesita una atención tanto dentro como fuera de la empresa.
Para ello Seligman propone cuidar los pensamientos catastrofistas, ya que influyen mucho en la adopción de una actitud pesimista disminuyendo así la satisfacción personal.
En su libro explica que los trabajadores pesimistas “tienden a atribuir las causas de los acontecimientos negativos a factores estables, globales e internos”. De esta forma tendrán la idea de que lo que están sufriendo durará siempre, afectará a todo en su vida y además tienen la culpa de ello. El optimista sin embargo, tiende a pensar que esa circunstancia negativa es pasajera, afecta sólo a un área de su vida y entiende que no es el único responsable de que haya sucedido, sino que a veces pasan cosas y lo importante es buscar cómo afrontarlas con los recursos que se tiene.
Así concluye diciendo “el pesimismo denota inadaptación en la mayoría de las actividades: los agentes de seguros venden menos y lo dejan antes que los optimistas. Los estudiantes universitarios pesimistas obtienen peores notas que los optimistas…”
Por tanto parece sensato trabajar con una actitud optimista a la vista de los datos derivados de las investigaciones.
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¿Qué beneficios aporta?
Ante un acontecimiento tal como la pandemia que nos ha tocado vivir, lo primero que debemos preguntarnos es cómo correlacionan los estados de felicidad con la salud. Así, no sólo podremos paliar los problemas de salud derivados de los efectos del covid-19, sino que podremos actuar dentro de un marco de prevención.
Así encontramos en estudios realizados por el departamento de psicología de la Universidad Complutense de Madrid, los resultados que se muestran en la tabla que exponemos a continuación.
Por su parte, la revista “Proceedings of the Nacional Academy of Sciences” muestra cómo un estado de felicidad estable reduce los problemas:
- Neuroendocrinos
- Inflamatorios
- Cardiovasculares
A su vez demuestra que se produce un fortalecimiento del sistema inmunológico.
Las emociones negativas sin embargo, aumentan el cortisol, comúnmente conocido como hormona del estrés, produciendo un efecto inmunodepresor.
Los resultados no dejan duda. Centrarse en un trabajo preventivo que incluya como pilar básico el trabajo de las emociones positivas, es necesario para reducir los problemas de salud y bajas laborales.
En cualquier caso sabemos que una segunda cuestión, cuando hablamos del ámbito laboral, es cómo correlaciona un estado de ánimo positivo con la productividad.
Aquí podemos ver, como cita María Jesús Álava Reyes, psicóloga del consejo superior de investigaciones científicas, que “La felicidad puede aumentar la productividad hasta un 31%”.
Además sabemos que mejora ciertas capacidades como:
- Creatividad
- Tolerancia a la frustración
- Mayor capacidad de resolución de conflictos
- Toma de decisiones
Como se puede ver, tanto por salud como por el interés que tiene la productividad para la empresa, se revela fundamental el trabajo emocional desde el marco de la Psicología Positiva.
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¿Es realista practicarla durante la nueva normalidad?
La situación que estamos viviendo desde que se declaró el estado de alarma ha sido muy compleja a nivel emocional.
Ha representado un golpe de toma de consciencia de nuestra vulnerabilidad como humanos, de nuestras carencias, virtudes, valores o intereses que profesamos. Es decir, nos ha hecho replantearnos nuestra existencia tal y como la conocíamos hasta ahora. Este hecho no es inocuo. Genera cambios de actitud tanto en personas como en organizaciones. De hecho, incluso durante la nueva normalidad podemos seguir experimentando emociones muy diversas. Hay personas a las que la idea de volver a una “nueva normalidad en la empresa” más que motivarles les asusta. Otras vuelven con una energía renovada que transmiten a su entorno y que se debe aprovechar.
Como podemos observar, hay personas que ante situaciones de adversidad se cierran en un círculo de emociones negativas del que difícilmente salen. El problema aquí no solo es que no sean capaces de salir de él, sino que casi les parece poco ético sentirse bien cuando ven tanto sufrimiento a su alrededor. Sin embargo sabemos que esa actitud, aunque pueda parecernos la más lógica y realista a primer golpe de vista, no es la que más nos va a ayudar ni a nosotros, ni a nuestro entorno. ¡Además puede que ni siquiera sea realista!
La psicología positiva por su parte nos ayuda en cualquiera de estos casos como hemos podido deducir del apartado anterior. Dado que su metodología es eminentemente práctica, nos ofrece los cimientos para adoptar una visión más ajustada de la realidad, al propiciar experiencias adecuadas que permiten enfocar la vida de manera más adaptativa.
Por otro lado, fomenta tanto nuestra capacidad resiliente para hacer frente a las dificultades, como otras cualidades humanas que permiten llevar una vida más significativa.
Dicho esto no hay duda de que en momentos difíciles como este, es donde cobra un valor especial y nos puede ayudar a reconducir la situación de la manera más adaptativa posible.
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10 ejercicios que nos propone la psicología positiva útiles para la empresa
Seligman afirma: “Existe una amplia evidencia documentada que muestra que el optimismo flexible puede enseñarse en un entorno de grupo, como un bufete de abogados o una clase”.
La pregunta es ¿qué se puede aprender y por dónde empezar dentro del ámbito empresarial?
Aquí dejamos algunas ideas con las que empezar a trabajar con vuestros equipos y compañeros:
- Tomad consciencia de la actitud con la que iniciáis la jornada laboral.
- Identificad fortalezas características en cada miembro del equipo, para abordar la situación valiéndoos de todos vuestros recursos.
- Si estás en un puesto directivo, permite y alienta a que los trabajadores reorienten su trabajo de manera que puedan poner en práctica esas fortalezas todos los días.
- Si tu puesto tiene que ver con recursos humanos o head-hunters y tienes previsto ampliar la plantilla, escoge trabajadores cuyas fortalezas características sean coherentes con el trabajo que desempeñarán.
- Promueve un espacio al día para alguna actividad gratificante que pueda realizarse dentro de la jornada laboral.
- Planificad actividades que os ayuden a desarrollar la creatividad.
- Enfocaros en buscar soluciones más que en enumerar los problemas.
- Buscad qué enseñanzas os dejan las dificultades a las que os habéis enfrentado.
- Intentad poner un toque de humor en el día a día.
- Recordad que la adversidad trae consigo la opción de crecer como equipo.
Psicóloga clínica. Formadora. Doctora en Técnicas de Meditación y Mindfulness.
Compagina la práctica clínica con la docencia y formación en empresas.